Al aumentar el nivel de CO2 se obtiene una cosecha mucho mayor, con flores y frutos mucho más grandes e incluso hasta 3 o 4 veces más grandes. El CO2 es una fuente de carbono para las plantas que realizan la fotosíntesis. Las plantas utilizan la energía lumínica del sol para combinar el dióxido de carbono que absorben con el hidrógeno de las moléculas de agua para formar materia orgánica. El difusor de CO2 permitirá así que sus cultivos crezcan de forma óptima.